Tengo el blog algo abandonado,
lo reconozco. Las obras del local me están llevando mucho más tiempo y esfuerzo
del que pensaba y mis días se consumen en obras varias y compras mobiliarias
que no terminan nunca.
¿Para muestra? La cronología
que sigue a continuación:
Miércoles 12.12.12 08:00 AM.
- Corre Jordi, corre!!!
Para variar, después de un par
de intentos poco fructíferos para que el peque se beba la leche y se coma las
mini dinosaurus (hoy no sirven ni las mini príncipe, ni las mini oreo, ni las
caras de chocolate, ni siquiera me valen las de Looney Tunes, mamá...)
llegamos tarde al cole otra vez.
El rito de vestirnos ha
vuelto a ser una odisea:
- Mamá, esta camiseta no.
Esta tampoco y la roja... ¡Ni hablar!!! ¡Quiero la de los angry birds!
- Cariño, la de los Angry
Birds te la pusiste ayer, está sucia.
- Bueno entonces nos
esperamos a que se limpie y me la pongo.
Al final, después de una
explicación inverosímil que no me creo ni yo, logro convencerle para que se
ponga la roja Levi's del caballo y el vaquero. ¡Conseguido!
Subimos al coche.
- Mama, no me ates el
cinturón, ya lo hago yo.
Y yo espero pacientemente
mientras pienso que me va a dar un yuyu pronto y me voy a caer redonda de la
desesperación.
Llegamos al cole sólo 10
minutos tarde... ¡Bieeeen!
Miércoles 12-12-12 09:00 AM
Recojo a mi madre que es una
santa y me acompaña a Ikea a comprar algunas (o muchas) de las cosas que
necesito.
Miércoles 12-12-12 09:25
Llegamos a Ikea. Entramos en
el parking. La máquina que expende tickets y abre la barrera no funciona. De
repente, empezamos a oír un mensaje nervioso e ininteligible desde la megafonía
de la macro superficie. Y seguimos encalladas en la puerta del parking.
Salen tres individuos con el
uniforme corriendo como locos desde una puerta de acceso restringido y se meten
por otra, no me da tiempo ni de pararlos para preguntar. Empiezo a tener miedo.
De la misma puerta sale otro
individuo de "amarillo IKEA" y se dirige como un loco a cerrar la puerta
exterior del parking.
- ¡¡¡Oyeeeee, que yo estoy
dentro!!!
- Sí, sí, espera que te abro
la puerta restringida y salís por aquí.
- Pero, ¿qué pasa? No puedo
ni entrar ni salir ¿Dejo el coche aquí?
En este punto mi nivel de histeria roza los límites y las
revoluciones de mi cerebro me impiden pensar con claridad. No sé ni cómo
consigo articular palabra. El pobre mochuelo vestido de amarillo me ve la cara
de pánico y se apiada de mí.
- Tranquila, esto es sólo un
simulacro. Salid por esta puerta que yo os abro y dejad el coche aquí.
Salimos corriendo sin olvidarnos de respirar, más
tranquilas porque realmente no pasa nada y llegamos a la calle dónde nos
encontramos a todo el plantel de trabajadores de Ikea en fila india como si se
fueran de excursión. Un SIMULACRO DE EVACUACIÓN.
He pasado del miedo, a la
estupefacción y a la indignación en un momento. Pasamos 20 minutos en la calle
y nos disponemos a entrar por la misma puerta de acceso restringido. El
mochuelo nos la ha dejado abierta pero se ha olvidado de desactivar la alarma,
así que, sólo poner un pie en el parking para recoger el coche, la alarma se
dispara. ¿Qué más me puede pasar?
- Me da igual mamá, cogemos el
coche y entramos de una puñetera vez.
- Vale.
Un montón de coches empiezan a
agolparse detrás nuestro para entrar (la puertas exteriores del parking ya han
sido abiertas) pero la barrera no se alza. Viene el mochuelo y la abre.
Respiro por fin. Entramos en
Ikea y ya no me acuerdo de qué venía a comprar.
- ¿Te acuerdas de a qué hemos
venido, mami?
- No, cariño.
Horror tremens. No tengo solución. Ahora que lo veo en la
distancia me da la risa, pero el 12-12-12 definitivamente no fue mi día. Por suerte
no horneé nada porque, con el estado de ánimo atolondrado que llevaba, no creo que hubiera
conseguido esta receta que os traigo hoy ni en sueños. Tal vez hubiera
terminado avisando a los bomberos:
- Oiga... ¿Es que este
horno tenía botón de apagado de serie? ¿Sí? Pues anda...
Ingredientes: (para 10-12
unidades tamaño estándar)
120 gr. mantequilla a
temperatura ambiente
120 gr. azúcar moreno
1 huevo XL
160 gr. harina trigo
1 cucharadita de levadura
1/4 cucharadita jengibre en
polvo
1/4 cucharadita de vainilla bourbon en pasta
1/4 cucharadita de canela en polvo
Zumo de 1/2 naranja (40 ml. aprox)
Preparación:
Precalentar el horno a 180º y
preparar el molde de los cupcakes con las cápsulas que más os gusten (yo uso
las de House of Marie porque el color resiste muy bien en el horno y no se
engrasan)
Batir la mantequilla con el
azúcar hasta que se integre. Añadir el huevo previamente batido y seguir
mezclando con las varillas a velocidad media.
Tamizar la harina junto con la
canela, el jengibre y la levadura.
Incorporarla en tres veces batiendo y alternando con el zumo de naranja hasta que la mezcla esté
suave y totalmente emulsionada.
Rellenar las cápsulas de los
cupcakes hasta un poco más de la mitad de su capacidad y hornear 20 minutos a
180º o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga seco.
Retirar del horno, dejar
enfriar en el molde unos 4 minutos aproximadamente y retirar para dejar en una
rejilla hasta que enfríen totalmente.
Una vez fríos los he
"mojado" en un almíbar de naranja para que quedaran más húmedos
y apetitosos. Lo he preparado calentando 60 ml de agua con 35 gr. azúcar y
media cucharadita de naranja en pasta.
El icing es una buttercream de
naranja y jengibre. Ingredientes:
250 gr. mantequilla a
temperatura ambiente
300 gr. icing sugar (o azúcar
glass)
1/4 cucharadita de jengibre en polvo
7 gotas de aroma de naranja dulce
Para prepararlo simplemente
tenemos que tamizar el azúcar y mezclarlo con la mantequilla a temperatura
ambiente, el jengibre y la naranja.
Para conseguir el color rosa,
he teñido con un pellizco de colorante en pasta Sugarflair Claret y he decorado
con nonpareils blancos (Mónica de Atelier Sucrème me convenció de que eran los
mejores del mundo para una decoración estilosa y tenía toda la razón...A la
vista está)
Los árboles están hechos con
un molde de silicona, nacarados con colorante en polvo Twinkle dust y
"chispeados" con purpurina Rainbow Dust Pastel Pink (mi nueva
favoritísima)
Espero que os gusten y, aunque
sé que ya ha pasado el día de Navidad y voy tarde, aún os quedan algunos
festivos para poder hacerlos.
Esta semana prometo otro post
con los mini cupcakes que he hecho para Navidad y San Esteban. Y voy a intentar
volver a marcarme unos días de publicación fijos y que el trabajo no me
distraiga de mi auténtica pasión repostera.
Un besazo enorme y súper
Felices Fiestas !!!