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jueves, 27 de diciembre de 2012

Cupcakes de jengibre y naranja (de rosa Navidad) + un simulacro de locura total


Tengo el blog algo abandonado, lo reconozco. Las obras del local me están llevando mucho más tiempo y esfuerzo del que pensaba y mis días se consumen en obras varias y compras mobiliarias que no terminan nunca.


¿Para muestra? La cronología que sigue a continuación:

Miércoles 12.12.12 08:00 AM.

- Corre Jordi, corre!!!

Para variar, después de un par de intentos poco fructíferos para que el peque se beba la leche y se coma las mini dinosaurus (hoy no sirven ni las mini príncipe, ni las mini oreo, ni las caras de chocolate, ni siquiera me valen las de Looney Tunes, mamá...)  llegamos tarde al cole otra vez.

El rito de vestirnos ha vuelto a ser una odisea:


- Mamá, esta camiseta no. Esta tampoco y la roja... ¡Ni hablar!!! ¡Quiero la de los angry birds! 


- Cariño, la de los Angry Birds te la pusiste ayer, está sucia. 


- Bueno entonces nos esperamos a que se limpie y me la pongo.

Al final, después de una explicación inverosímil que no me creo ni yo, logro convencerle para que se ponga la roja Levi's del caballo y el vaquero. ¡Conseguido!

Subimos al coche.


- Mama, no me ates el cinturón, ya lo hago yo.

Y yo espero pacientemente mientras pienso que me va a dar un yuyu pronto y me voy a caer redonda de la desesperación.

Llegamos al cole sólo 10 minutos tarde... ¡Bieeeen!


Miércoles 12-12-12 09:00 AM

Recojo a mi madre que es una santa y me acompaña a Ikea a comprar algunas (o muchas) de las cosas que necesito.


Miércoles 12-12-12 09:25

Llegamos a Ikea. Entramos en el parking. La máquina que expende tickets y abre la barrera no funciona. De repente, empezamos a oír un mensaje nervioso e ininteligible desde la megafonía de la macro superficie. Y seguimos encalladas en la puerta del parking.

Salen tres individuos con el uniforme corriendo como locos desde una puerta de acceso restringido y se meten por otra, no me da tiempo ni de pararlos para preguntar. Empiezo a tener miedo.

De la misma puerta sale otro individuo de "amarillo IKEA" y se dirige como un loco a cerrar la puerta exterior del parking.

- ¡¡¡Oyeeeee, que yo estoy dentro!!!


- Sí, sí, espera que te abro la puerta restringida y salís por aquí.


- Pero, ¿qué pasa? No puedo ni entrar ni salir ¿Dejo el coche aquí? 

En este punto mi nivel de histeria roza los límites y las revoluciones de mi cerebro me impiden pensar con claridad. No sé ni cómo consigo articular palabra. El pobre mochuelo vestido de amarillo me ve la cara de pánico y se apiada de mí.


- Tranquila, esto es sólo un simulacro. Salid por esta puerta que yo os abro y dejad el coche aquí.

Salimos corriendo sin olvidarnos de respirar, más tranquilas porque realmente no pasa nada y llegamos a la calle dónde nos encontramos a todo el plantel de trabajadores de Ikea en fila india como si se fueran de excursión. Un SIMULACRO DE EVACUACIÓN.

He pasado del miedo, a la estupefacción y a la indignación en un momento. Pasamos 20 minutos en la calle y nos disponemos a entrar por la misma puerta de acceso restringido. El mochuelo nos la ha dejado abierta pero se ha olvidado de desactivar la alarma, así que, sólo poner un pie en el parking para recoger el coche, la alarma se dispara. ¿Qué más me puede pasar?

- Me da igual mamá, cogemos el coche y entramos de una puñetera vez.


- Vale.

Un montón de coches empiezan a agolparse detrás nuestro para entrar (la puertas exteriores del parking ya han sido abiertas) pero la barrera no se alza. Viene el mochuelo y la abre.

Respiro por fin. Entramos en Ikea y ya no me acuerdo de qué venía a comprar.


- ¿Te acuerdas de a qué hemos venido, mami?


- No, cariño. 

Horror tremens. No tengo solución. Ahora que lo veo en la distancia me da la risa, pero el 12-12-12 definitivamente no fue mi día. Por suerte no horneé nada porque, con el estado de ánimo atolondrado que llevaba, no creo que hubiera conseguido esta receta que os traigo hoy ni en sueños. Tal vez hubiera terminado avisando a los bomberos:

Oiga... ¿Es que este horno tenía botón de apagado de serie? ¿Sí? Pues anda...


Ingredientes: (para 10-12 unidades tamaño estándar)

120 gr. mantequilla a temperatura ambiente
120 gr. azúcar moreno
1 huevo XL
160 gr. harina trigo
1 cucharadita de levadura
1/4 cucharadita jengibre en polvo
1/4 cucharadita de vainilla bourbon en pasta
1/4 cucharadita de canela en polvo
Zumo de 1/2 naranja (40 ml. aprox)


Preparación:

Precalentar el horno a 180º y preparar el molde de los cupcakes con las cápsulas que más os gusten (yo uso las de House of Marie porque el color resiste muy bien en el horno y no se engrasan)

Batir la mantequilla con el azúcar hasta que se integre. Añadir el huevo previamente batido y seguir mezclando con las varillas a velocidad media. 

Tamizar la harina junto con la canela, el jengibre y la levadura.

Incorporarla en tres veces batiendo y alternando con el zumo de naranja hasta que la mezcla esté suave y totalmente emulsionada.

Rellenar las cápsulas de los cupcakes hasta un poco más de la mitad de su capacidad y hornear 20 minutos a 180º o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga seco.

Retirar del horno, dejar enfriar en el molde unos 4 minutos aproximadamente y retirar para dejar en una rejilla hasta que enfríen totalmente.

Una vez fríos los he "mojado" en un almíbar de naranja para que quedaran más húmedos y apetitosos. Lo he preparado calentando 60 ml de agua con 35 gr. azúcar y media cucharadita de naranja en pasta.


El icing es una buttercream de naranja y jengibre. Ingredientes:

250 gr. mantequilla a temperatura ambiente
300 gr. icing sugar (o azúcar glass)
1/4 cucharadita de jengibre en polvo

Para prepararlo simplemente tenemos que tamizar el azúcar y mezclarlo con la mantequilla a temperatura ambiente, el jengibre y la naranja. 

Para conseguir el color rosa, he teñido con un pellizco de colorante en pasta Sugarflair Claret y he decorado con nonpareils blancos (Mónica de Atelier Sucrème me convenció de que eran los mejores del mundo para una decoración estilosa y tenía toda la razón...A la vista está)

Los árboles están hechos con un molde de silicona, nacarados con colorante en polvo Twinkle dust y "chispeados" con purpurina Rainbow Dust Pastel Pink (mi nueva favoritísima)

Espero que os gusten y, aunque sé que ya ha pasado el día de Navidad y voy tarde, aún os quedan algunos festivos para poder hacerlos.


Esta semana prometo otro post con los mini cupcakes que he hecho para Navidad y San Esteban. Y voy a intentar volver a marcarme unos días de publicación fijos y que el trabajo no me distraiga de mi auténtica pasión repostera.

Un besazo enorme y súper Felices Fiestas !!!