Halloween Cupcakes II y taller de coques de vidre en la Cookiteca

Máaaaaaaas!

Sigo siendo supersticiosa así que cada vez que he pasado por delante del cupcake con el gato negro, he cruzado los dedos como una niña pequeña... Hasta que se lo han comido!!!!!

Halloween nunca ha sido una fiesta que hayamos celebrado en casa pero últimamente, siempre he puesto en la mesa una pequeña referencia la noche de la castañada (la celebramos en Cataluña la noche del 31 de octubre) Toda la familia somos fans de los panellets y más de una vez me he atrevido con ellos, pero este año creo que voy a obviarlos por el tema de la dieta. ¡Es que me los comería de diez en diez! (tal vez me de el extra de probar un mordisquito de los que hará el peque en la guarde, bieeen!)

Como en el post anterior, los cupcakes de este post son de chocolate según la receta "customizada" de la Primrose Bakery y el buttercream de vainilla está basado en la receta de la página de Alma.

Las cantidades y la preparación, la tenéis aquí.

Debo reconocer que, aunque estaba contentísima con el resultado de estos cupcakes, viendo por la red las maravillosas creaciones que he podido contemplar con ojos golosos (galletas, pasteles, cake pops...), ahora todo me parece muy poquito...

Humildemente, sé que tengo mucho, muchísimo que mejorar. Pero lo haré... Y espero que todos seáis testigos de estos experimentos reposteros que tantas satisfacciones me están dando. Sin vosotros no sería lo mismo.

Y en la experiencia de aprender cositas de provecho estaba, cuando fui al taller de coques de vidre que organizó la Cookiteca con Joan Baixas y Sisón Pujol. Una gran experiencia. Los organizadores un encanto, los "maestros" una gozada (Silvia Mirabet y Tina son un encanto) y la compañía bloguera, una maravilla.

Andrea de Los Descubrimientos de Andrea  y Loreto de Sabores de colores fueron mis compañeras de mesa y de fatigas, con una masa que se resistía a cualquier forma que quisiéramos darle (qué torpe me sentí) Al final, las coques quedaron riquísimas y el detalle del azúcar coloreado con formas imposibles, da un juego tremendo.

Estas cocas son las que hicieron los profesionales!!! Las nuestras eran mucho más sencillitas...

Como soy una cursi de libro (a mis 36 años aún me vuelvo loca con Hello Kitty) hice un corazón de azúcar para decorar la coca, esta foto tan friki es buena muestra de ello. No me lo tengáis en cuenta, please... A veces me sale la vena más ñoña.