Tutorial para hacer mini hibiscus y la historia de mi cortador imprescindible

Hoy lo pensaba. Soy un poco insistente, hasta un poco tozuda diría yo. Porque esto de empeñarse en hacer rosas con un cortador de lirios de agua tiene delito.

Este cortador que véis en la foto es el que usé para hacer anémonas, para hacer rosas corazonadas y también para hacer hibiscus. Sólo me quedan los lirios de agua (casualmente en el cortador pone que es para lirios de agua y eso es lo único que no he hecho)

Pero vamos a lo importante del post. El tutorial para hacer los mini hibiscus que os prometí en el post anterior. 

Este es el material que necesitamos: cortador hibiscus, colorantes rainbow dust en polvo (primrose, cherry pie y lime green), pinceles, pasta de goma, alambres para flores, estecas, rodillo pequeño, formadores, almohadilla para flores y nervador.

Estiramos la pasta de goma y cortamos la flor. Podemos hacer la impresión de la nervadura a mano ayudándonos de la esteca con forma de concha si no disponemos de nervador multifloral.

Una vez impresa la flor, la colocamos en la parte más exterior de la almohadilla y con la ayuda de una brocheta afinamos los bordes de los pétalos. Sólo tenemos que deslizar la brocheta arriba y abajo del pétalo enrollándola y dándole vueltas sobre sí misma (no importa si el nervador es un poco más pequeño porque después, al afinar, la impresión tan detallada se pierde un poco)

Le damos un poco de forma a los pétalos pellizcando suavemente con los dedos cada uno de los pétalos, hacia un lado o hacia el otro indistintamente (si curvamos hacia lados distintos queda más natural que si todos los pellizquitos son iguales)

Si nos resulta muy incómodo darles forma a los pétalos con la flor en la mano, podemos hacerlo una vez dejada reposar en el formador, pellizcando o dando la forma con los dedos o incluso podemos hacerlo con una brocheta muy fina)

Preparamos el centro de la flor haciendo una bolita y afinándola como si fuera un cono. La alargamos para construir el pistilo y le ponemos el alambre correspondiente.

Allanamos la parte final del pistillo con un toque sobre el tablero de trabajo y procedemos a cortar los pelitos de la parte de abajo con mucho cuidado. Para estos cortes las tijeras no deben estar totalmente perpendiculares porque queremos que queden sueltos y luego poder levantarlos un poquillo con un toquecillo.

Para la parte de arriba del pistilo sí que podemos poner las tijeras un poco más perpendiculares. Una vez terminado, lo reservamos para que vaya secándose.

Preparamos los colorantes en polvo para darle más realismo a la flor (con muy poquita cantidad es suficiente) y vamos a darle unas sombras a los pétalos de la flor con el colorante rojo.

Nos ayudamos de un pincel fino y vamos dando toquecitos difuminando el colorante en polvo como si quisiéramos hacer rayas desde el centro hacia afuera. Después, difuminamos en general por toda la superficie de los pétalos (antes secamos bien el pincel del exceso de polvo)

Ahora ya podemos poner el centro en nuestro mini hibiscus y colorearlo para darle más realismo. Nos ayudamos de unas gotitas de pegamento comestible y dejamos la flor secando unas horas antes de colorear el centro (si lo hacemos antes de que esté un poco seca podríamos romper del todo los pelillos)

Para colorear la parte de abajo he usado colorante verde y amarillo. Para el tallo y la parte más alta he mezclado rojo y amarillo para suavizar el tono del rojo cereza (cherry pie). Cómo podéis ver, es inevitable que un poquito del colorante se transfiera a la flor. Con un pincel limpio, elimináis el polvo y la apariencia es totalmente natural.

Y éste es el resultado con un hibiscus coloreado en primer plano y otro esperando su turno en segundo plano.

Aquí todos los hibiscus ya coloreados secándose totalmente para ser colocados en el centro de unos cupcakes de mango. Espero que os haya gustado el tutorial, yo me lo he pasado pipa haciéndolo.