lunes, 25 de marzo de 2013

Cupcakes de pascua o Cupcakes de limón y naranja con nata fresca

El año pasado la pascua me cogió de sopetón y no fui capaz de preparar ningún dulce para poder decorar el blog. Este año me prometí que no me volvería a pasar. Aún así y aunque tenía un montón de ideas rondándome la cabeza, me he decidido por estos cupcakes con cestita de pascua.


Pensé en pollitos, en huevos grandes decorados, pensé incluso en atreverme a hacer algún dibujo a mano alzada, pero al final, la idea del cestito me convenció. He visto millones de cestitos monísimos por la red, pero, qué queréis que os diga, esto es a lo que llego yo con mis súper dotes de modelado básico.

Eso sí, tenía que buscar un glaseado que fuera un poquito distinto y decidí customizar la idea tan extendida del césped para hacerle una pequeña verja de flores de glaseado rosa.



Y aquí está el resultado. No las tenía todas mientras los hacía, pero cuando los vi terminados, sonreí.

La base del cupcake lleva nata fresca y la verdad es que se nota en el sabor y la esponjosidad. ¡Están tremendos!

Ingredientes:

3 huevos L
175 gr. azúcar
75 ml. aceite de oliva suave
150 gr. nata fresca
200 gr. harina repostería
3/4 cucharadita de levadura química
1 cucharadita de pasta de naranja (o extracto de naranja)
1/4 cucharadita ralladura de piel de limón


Preparación:

Precalentar el horno a 180º.

Batir los huevos y el azúcar durante 4 minutos a velocidad media. Incorporar la nata fresca y seguir batiendo hasta que se integre.

Añadir el aceite poco a poco mientras seguimos batiendo y la mezcla está totalmente igualada.

Tamizar la harina junto con la levadura e ir incorporando a la masa poco a poco mientras batimos.

Cuando la mezcla sea suave y homogénea, añadiremos las pasta de naranja y la ralladura de limón e integraremos.

Rellenamos las cápsulas de los cupcakes hasta más o menos la mitad (esta masa crece bastante) y horneamos durante 20 minutos (nos aseguraremos de no abrir la puerta del horno hasta el final de la cocción, de los 15 minutos en adelante podemos pinchar para comprobar el estado de cocción)

Para decorar he hecho una crema de mantequilla (buttercream) de limón

Ingredientes:

250 gr. mantequilla a temperatura ambiente
300 gr. azúcar glass extrafino (icing sugar)

Preparación:

Batir la mantequilla con el azúcar glass hasta que se integren y la mezcla esté lo suficientemente suave como para incorporar a la manga. Añadir el extracto de limón y batir medio minuto más.

Separar la crema en dos boles y aplicar colorante en pasta sugarflair rosa (claret) y verde (gooseberry) en cada uno de ellos.

Aplicar la crema de mantequilla verde clarito con una boquilla Wilton nº233 simulando el efecto de césped (el truco consiste en ir aplicando la crema rápidamente y soltar estirando un poquitín para que la crema quede un poco "tiesa", la mayoría de las veces se curva, pero con paciencia poco a poco se va consiguiendo el efecto)

Una vez tengamos toda la superficie del cupcake glaseada con "césped" crearemos un pequeño efecto de verja con una boquilla Wilton 2D haciendo pequeñas flores y colocando una perla en el centro de cada flor de crema.


Para hacer la canastilla con los huevos he usado pasta de goma Satin Ice y colorantes en gel; copper para la cesta y soft pink, leaf green y lemon yellow para los huevos. He pintado los topitos del huevo rosa con pintura metálica blanca y las estrellitas y corazones de los otros dos huevos con un rotulador comestible violeta.

Me lo he pasado bomba haciendo estos cupcakes... Espero que os gusten.

¡¡¡Feliz semana Santa!!!




miércoles, 20 de marzo de 2013

Cupcakes crujientes... Y mis reflexiones en torno a la buttecream

Sé que la crema de mantequilla (buttercream) complica un poco las cosas a todo aquel que se inicia en el arte del cupcake. Realmente no tiene mucho secreto cuando la has hecho unas cuantas veces, pero sí es cierto que conforme vas avanzando en tus logros reposteriles, sueñas con mejorar la textura para conseguir exactamente esa mezcla cremosa que no sea ni demasiado dura ni demasiado blanda, que no sea una tortura con la manga y que no se deforme al hacer el dibujo con la boquilla.


Que la mantequilla esté a temperatura ambiente (no excesivamente blanda pero nada fría) y no pasarnos con el batido (es necesario que se integre y quede suave pero no proporcionarle calor en exceso), suelen ser dos factores que facilitan una buena textura. El tamizado del azúcar es muy importante (y si es posible trabajar con icing sugar que es más fino que el azúcar glass, mejor)

Con el tema de las proporciones la dificultad está servida:

Doblar la cantidad de azúcar por cantidad de mantequilla y añadir un poquitín de leche a temperatura ambiente asegura una buttercream bastante robusta que te permite dibujar muy bien sobre el cupcake. El único inconveniente que tiene es que tiende a endurecerse con facilidad la primera capa de buttercream.

Y si la cantidad de azúcar es muy escasa y añadimos leche, corremos el riesgo de que quede muy líquida.


La solución si queremos prescindir de tanto azúcar es olvidarnos de la leche, pero dependiendo de la receta, el riesgo de masticar pura mantequilla tampoco me convence en exceso.

Al final, todo consiste en probar cada crema y adaptarla a nuestros gustos y a las necesidades de decoración que tenemos (no necesitaremos la misma consistencia si vamos a hacer una rosa con la boquilla 2D que si vamos a cubrir el cupcake sin hacer dibujo sólo para ponerle una "corona" de fondant)


Y eso, teniendo en cuenta que la buttercream suele ser una crema a la que nuestros paladares justo se están acostumbrando y su exceso, no siempre es sinónimo de éxito.

Supongo que, como siempre le digo a todo el que me pregunta, creo que cada vez más, estamos adaptando el cupcake a nuestra dieta. Y si nos gusta más coronarlo con nata (de materia grasa 35,1% y estabilizante), con un merengue bien firme, o con una crema de queso combinada con nata, también nos funcionará genial a la hora de decorar. Es cuestión de experimentar.


En esta receta, la crema quedó con una consistencia magnífica sin leche, sólo con la suavidad que le aportó la pasta de avellana.

Ingredientes (para 8 cupcakes estándar)

100 gr. mantequilla a temperatura ambiente
100 gr. azúcar
2 huevos
80 gr. harina repostería
3/4 cucharadita levadura
20 gr. cereales de chocolate tipo corn flakes (triturados con robot o con la ayuda de un tenedor)
30 gr. gotas de chocolate negro

Preparación:


Precalentar el horno a 180º. Batir la mantequilla y el azúcar a velocidad media aprox. 3 minutos. Incorporar los huevos uno a uno y seguir batiendo hasta que se integren. Tamizar las harina junto con la levadura y añadir a la masa poco a poco. Seguir batiendo con las varillas e incorporar los cereales. Mezclar con la ayuda de una espátula

Rellenar las cápsulas de los cupcakes hasta más o menos 2/3 de su capacidad. Verter un montoncito de gotas de chocolate encima de cada cápsula y hundirlas un poco con la ayuda de una cuchara (no las mezclo con la masa directamente para evitar que vayan al fondo del cupcake)

Hornear a 180º durante 20 minutos aproximadamente o hasta que al pinchar con una brocheta fina, está salga totalmente seca.

Retirar del horno y dejar enfriar sobre una rejilla (para que no se despeguen las cápsulas, yo siempre los dejo en el molde unos minutos antes de ponerlos en la rejilla para que se enfrien)



Buttercream de avellana

250 gr. mantequilla a temperatura ambiente
300 gr. icing sugar
1 cucharada y media de avellana italiana en pasta


Batir la mantequilla con el azúcar hasta que se integren y añadir la pasta de avellana en el último batido (debemos asegurarnos de que la pasta esté a temperatura ambiente para que no nos afee la textura de la crema)


Y ya está... Seguiremos investigando y probando. ¡Me encanta hacer experimentos reposteros! Espero que os haya gustado la entrada y os animéis a hacerlos.

En la tienda seguimos incorporando novedades y en el taller programando algunos nuevos cursos,  disfrutando de cada momento y planeando tantos nuevos proyectos... Estoy feliz.  


domingo, 17 de marzo de 2013

Cupcakes pintados y mi experiencia con Nevie Pie Cakes

Este fin de semana ha sido inusual. Me he escapado de casa hasta el taller de Alma para hacer un curso de cupcakes pintados con Natasha de Nevie Pie Cakes


Y esto se merece un post, por supuesto. Esto y mi complejo por no tener ni idea de usar un pincel. Natasha es una gran profesora y hace sencillo lo que parece súper complicado.



Es capaz de hacer la flor más preciosa en menos de un minuto y después animarte a que la hagas tú en dos minutos más (¡¡¡Menudo sueño!!!)

Tiene un sentido de la composición excepcional y una gran capacidad para combinar los colores y las formas que parece algo innato, algo que sale de dentro sin proponérselo apenas.


Yo tengo que proponérmelo mucho para conseguir una flor que parezca una flor y una hoja que parezca una hoja y que además tenga sus sombras incorporadas.


Pero en mi mundo repostero nada es imposible y el límite está tan lejos!!!  Voy a seguir trabajando para no tener que oir frases como que soy muy perfeccionista y que pierdo la perspectiva cuando me critico a mí misma tan francamente. 


Nada es imposible, nada es imposible, nada es imposible... Sólo poco probable ;-)

¿Lo conseguiré?

Con una gran artista, Natasha Collins.





domingo, 10 de marzo de 2013

Cupcakes de caramelo... ¿Por qué se hunden mis cupcakes?

Hay días en que todos los que creías tu aliados (incluído tu nuevo horno al que tanto quieres) se alinean planetariamente para que todo te salga mal. 


Se te quema la lasaña y el lenguado está crudo. 

¿Cómo puede pasarme esto a mí? ¿Cuántas lasañas habré cocinado? ¿Cuántos lenguados han estado en su punto perfecto de cocción? 

Las respuestas: La lasaña se tostó porque olvidé que la estaba haciendo mientras batía la masa de los cupcakes, hablaba con mi madre por teléfono y reñía al peque porque lanzaba pelotas asesinas (sí, ya sabéis que es su hobby más querido) 
¿Y el lenguado? Pues que queréis que os diga... Que soy incapaz de encontrarle el punto a según que tipo de pescado.

Así pues, nadie planeó ninguna cruzada contra mí y es inútil que lo piense. Soy yo misma y mis circunstancias.


Y lo de los cupcakes va por el mismo camino. El riesgo de estar intentando variar recetas para hacerlas más tuyas, tiene sus consecuencias. Eso, y lo de la conversión de las medidas en tazas, lo reconozco. No siempre atino cuando "traduzco" las recetas americanas que están expresadas en tazas (y menos aún cuando aplico de memoria lo que he visto en varias recetas) Podría usar los medidores de tazas, pero me sigue gustando trabajar en gramos.


Vamos a la cuestión que importa después de ver el primer desastre en qué se convirtieron estos pequeñines que tan bien olían y que prometían mucho. 

¿Por qué se hundieron los cupcakes?

En la primera receta que escribí, la cantidad de harina era bastante escasa comparada con la cantidad de azúcar y mantequilla. Eso debería haberme dado la pista (la verdad es que lo pensé pero preferí seguir adelante con el experimento)

Los ingredientes secos y los húmedos estaban francamente descompensados y eso, a no ser que seas un genio de la repostería o estés usando una receta súper contrastada, suele ser sinónimo de fracaso. 

Una de las combinaciones que más me funciona es la de 100 gr. harina, 100 gr. azúcar, 100 gr. de mantequilla y dos huevos (con las variaciones pertinentes de aromas o pastas naturales, por ejemplo)

Si quiero introducir fruta natural hecha puré en la receta, tengo que calibrar un poco la textura de la fruta y su contenido de agua para poder prever la textura que conseguiré al final.

Con la levadura reconozco que nunca soy muy constante pero para esas proporciones suelo usar media cucharadita de levadura.


Cuando la receta incluye montar claras, el tema de la levadura se complica y no suele ser necesaria porque el aire de más que incluyes en el preparado, asegura que el cupcake suba y quede esponjoso (además suelen ser recetas que tampoco tienen mantequilla ni aceite alguno, el propio huevo actua de elemento húmedo por la densidad que consigues con el montado)

Y cuando empiezas a hacer recetas que incluyen nata, buttermilk o bicarbonato sódico (además de la levadura) hay que tener más cuidado con las cantidades (en estos casos yo siempre aconsejo dejar de lado los experimentos y recurrir a un blog de confianza para hacer la receta con las cantidades indicadas al dedillo)


La temperatura del horno siempre es una incógnita, pero después de la cantidad de cupcakes que he horneado, puedo aconsejaros el termómetro de horno como vuestro mejor aliado. Nunca podréis estar seguros de la temperatura que proporciona vuestro horno hasta que lo midáis (eso de fiarse de lo que pone en el botón o la pantalla líquida no es una opción...)

Si la temperatura del horno es demasiado alta os pueden salir cupcakes con copetes algo puntiagudos y si tenéis suerte, se mantendrán los copetes una vez fuera (la mayoría de veces bajan tras el horneado) También os puede pasar que, directamente, se hundan un poco del centro después de sacarlos (pero nunca como en estas imágenes, esto fue fruto de la falta de harina que hiciera de soporte a los huevos y la nata)

Ahhh... Y cuando "accidentalmente" algún especimen bajito de esos que tanto corren por casa, toque vuestro horno y lo deje con baja temperatura, se cocerán primero los laterales y el centro quedará levemente hundido. 

También puede pasar que el horno no caliente igual en toda la superficie, por eso no todas las líneas de horneado del molde de cupcakes son idénticas. Eso es lo que me pasaba a mí con mi antiguo horno que, a pesar de ser un desastre, muchas veces me sorprendía con golpes de suerte como este cupcake redondito.

Resumiendo... ¿Por qué se hunde el cupcake?

· Los ingredientes secos y húmedos están totalmente descompensados y el cupcake no puede tomar cuerpo.

· La temperatura del horno es muy alta, crecen muy rápido, y al retirarlos bruscamente del horno, se hunden.

· La temperatura del horno es muy baja y sólo se cuecen los laterales, el centro queda completamente hundido

Evidentemente, estos apuntes no son ninguna regla y puede haber muchas más razones, pero estas son tan sólo algunas líneas sobre mis experiencias y, aunque hay muchísimas cosas a tener en cuenta cuando horneamos, lo mejor es dejarse llevar y experimentar muchísimo. 

Y ahora os dejo con la receta, está simplemente deliciosa y además, está hecha con ingredientes básicos que puedes encontrar en cualquier cocina.

Ingredientes: (18 unidades aprox.)

125 gr. mantequilla
200 gr. azúcar moreno
100 gr. azúcar blanquilla
2 huevos L
220 gr. harina
1 cucharadita levadura química
120 ml. nata líquida (porcentaje 35,1 % materia grasa)
1 pizca de sal

Preparación:

Precalentar el horno a 180º. Preparar el molde con las cápsulas de los cupcakes (éstas son una novedad de House of Marie) Tamizar la harina junto con la levadura y la sal.

En un bol, con las varillas, mezclar la mantequilla y los dos azúcares hasta que éstos se incorporen totalmente. Añadir los huevos unos a uno y previamente batidos.

Incorporar una parte de la harina e ir alternando harina y nata hasta que la mezcla quede suave y emulsionada.

Hornear a 180º alrededor de 20 minutos o hasta que al pinchar con la brocheta, ésta salga limpia.

Retirar del horno y dejar reposar en el molde 3-4 minutos. Retirar del molde y enfriar totalmente en una rejilla.


Para decorarlos he hecho una crema de caramelo.

Ingredientes: 

125 gr. mantequilla
200 gr. azúcar moreno
80 ml. nata líquida 35,1 % materia grasa 
1 pellizco de sal
260 gr. icing sugar (o azúcar glass)

Preparación:

Pasar el azúcar moreno por el robot de cocina para asegurarnos de que la textura se vuelve más fina y  tamizarlo después (si no, lo notaremos en exceso cuando probemos la crema)

Batir la mantequilla con el azúcar moreno hasta que se integren. Tamizar el azúcar glass junto con el pellizquito de sal e incorporarlo a la crema batiendo a velocidad media. Incorporar la nata (que no esté muy fría) y seguir batiendo unos minutos más hasta emulsionar la crema.

Incorporarla a la manga pastelera y decorar con la boquilla escogida (para hacer esta forma he usado la boquilla 2D)


Para dar una pista del sabor del cupcake, he decorado también con un poco de caramelo líquido que he puesto antes en una manga con una boquilla redonda fina para intentar hacer un ligero efecto de topos sobre el cupcake.

La flor está hecha con un cortador y nervador de petunia increíblemente fácil de usar, rápido y muy vistoso (las flores se hacen en un plis y puede sacar de un apuro cuando tienes que improvisar muchos cupcakes) He usado pasta de goma Satin Ice teñida con Americolor warm brown y he maquillado la flor con colorante en polvo oro y negro (para envejecerlo un poquitín)

PD. Acabamos de llegar a la cifra de 15.000 seguidores en facebook!!! Esto es impresionante, muchas gracias, ya lo he dicho más de una vez pero me reafirmo: ESTO ES UN SUEÑO HECHO REALIDAD. Quiero celebrarlo como se merece así que he pensado que los próximos 50 pedidos que hagáis en la tienda a partir de ya mismo, se beneficiarán de un 10% de descuento en todas y cada una de las categorías. Sin excepciones. Para ello sólo teneis que introducir el código 15.000FB en el resumen de vuestro carrito.