Hoy os voy a hacer una confesión que hasta ahora me era un poco difícil. He hablado de mi dieta un sinfín de veces, tantas que hasta creo que os estoy aburriendo con tanta charlita calórica. Y muchas de vosotras aseguráis estar en la misma posición, lo sé. Pero es que el mío era un caso extremo. Me he librado de 32 kg de exceso que mi cuerpo no sobrellevaba de ninguna de las maneras y sólo me quedan cinco para lograr mi objetivo. Cuando una se olvida de preocuparse un poquitín de sí misma y entra en su vida un bebé, los resultados físicos pueden ser un desastre. Ya os habréis dado cuenta, no soy de términos medios. Cuando me río, me carcajeo. Cuando lloro, todo es un mar de lágrimas y cuando soy feliz, soy tan extremadamente feliz que me comería hasta las nubes (mejor si son de chocolate con leche)
Y como soy una loca apasionada incapaz de pararse a pensar antes de escribir... Ahí queda eso.
En eso y en unas galletas de jengibre riquísimas. La receta la saqué del blog de Bea aunque tuneé un poquitín las cantidades. Me salieron tres bandejas de galletas generosas.
Ingredientes:
85 gr. mantequilla a temperatura ambiente
35 gr. azúcar moreno
40 gr. azúcar blanquilla
25 gr. huevo (un poco menos de la mitad de un huevo L)
115 gr. golden syrup (melaza o miel de caña, la encontré en Mercadona)
260 gr. harina repostería
1/4 cucharadita bicarbonato sódico
1/4 cucharadita de jengibre molido (también lo encontré en Mercadona)
1/4 cucharadita canela en polvo
1 pellizquito de nuez moscada en polvo (o clavo si lo preferís)
1 pellizquito de sal
Preparación:
Batir la mantequilla con los azúcares hasta que se pierda el grano del azúcar y se disuelva completamente. Incorporar la miel de caña y el huevo y batir lentamente. Tamizar la harina junto con el jengibre, la canela, la sal, la nuez moscada y el bicarbonato sódico. Añadir la harina en un par de veces a la mezcla anterior y batir hasta que la masa sea totalmente homogénea. Dividir la masa en dos y envolver en papel film. Dejar reposar en la nevera al menos un par de horas (yo la dejé de un día para otro)
Precalentar el horno a 200º C y hornear en torno a los 5 minutos hasta que se doren un poquitín (tened en cuenta que siempre suben un poquito de color una vez fuera del horno) Dejar reposar unos minutos en la bandeja y pasarlas a la rejilla para que se enfrien totalmente.
El brillo es el resultado del Silver Spray de PME, y como ya sabéis que yo soy muy de brillitos y nacarados, me chiflaaaaa!!!!
Y he decidido, con cierta vergüenza que me cuesta admitir, que voy a presentar estas galletas al concurso que hace Ingrid de My lovely Food (aunque con las maravillosas galletas que ya he visto, no creo que tengan muchas opciones...)
Ahhh... También hice unas cuantas galletas más decoradas sólo con glasa... Aunque eso será "harina de otro post" (esta mañana SandeeA me ha incitado el tema de las invenciones extrañas en frases hechas, pero esta vez he hecho un mix del propio español)
Hasta pronto, un millón de besos y gracias por estar ahí (hoy estoy melancólica pero en el buen sentido) Muaaaaaaaaaah!
Qué bonitas!!! Cómo conseguiste ese plata? Yo tengo un colorante en polvo de Wilton plata y no me queda así ni soñando...
ResponderEliminarGracias! No es colorante en polvo es Spray Silver de PME. Me encantaaaaa! Mil besos
ResponderEliminarSOn preciosas!!! Yo también me voy a presentar, mañana las publico!!!
ResponderEliminarSon preciosas! de verdad, y la puesta en escena te ha quedado genial. Yo también quería presentarme pero de momento las galletas sólo están en mi cabeza.
ResponderEliminarQue preciosidad de fotos tiene tu blog, y que bonitos tus cupcakes, galletas y demás, me quedo por aquí para no perderme tus cosas!!! besos!
ResponderEliminarFelicidds muy lindo blog y lindo gesto en compatir tus tips
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